¿Encontré mi verdadero amor?

¿Existe el alma gemela? ¿El amor verdadero?
La respuesta es SI para las dos preguntas, pero a partir de esas afirmaciones surgen muchas preguntas más tan variadas, extrañas, de las cuales no son sencillas las respuestas.
A lo largo del tiempo tanto hombres como mujeres han anhelado, han buscado encontrar el amor verdadero, esa pareja que los complete, que les brinde felicidad, amor eterno y en casi todos los casos y situaciones, sin importar en qué momento de la historia de la humanidad, país, religión, color de piel, etc, han quedado truncados los deseos. Sin embargo, aún hoy existe dentro de cada persona ese anhelo despierto, se puede decir en voz alta o no, simplemente quedando en el interior de cada ser, ese deseo sigue intacto, el deseo de encontrar esa otra “mitad” que nos complete y ser felices para siempre. La mayoría de las personas aunque muchas veces no lo expresen ansían ese compañero/compañera que esté a lo largo de la vida, con el cual ser felices, divertirse, disfrutar, tener la sensación que si esa persona estuviese al ladolos problemas se tomarían de otra manera, esa felicidad y plenitud darían fuerza para seguir adelante, la soledad dejaría de existir, y sin embargo, dentro de cada ser la sensación es de vacío, aún con personas maravillosas al lado como pareja, la sensación que falta “algo” continúa. Esto ocurre porque aunque sí existe el alma gemela y ese amor verdadero es en los planos del Ser de cada persona y aquí, en este plano en el planeta, el aprendizaje es completarse a uno mismo, es lograr la Conexión con el Ser Interno para crecer, evolucionar y trascender lo humano hacia los planos elevados del Universo. Al estar inmersos en lo cotidiano, todo lo humano que rodea, la mente con sus tantos pensamientos, los problemas, etc, son las “trabas” para esa conexión con el ser interno y como aún muchas veces se buscan afuera las respuestas y soluciones a todo lo que nos ocurre es que surge el anhelo de encontrar esa media naranja que calme el malestar. El logro de la conexión con el interior es la razón de ser de tantos aprendizajes que desde lo humano experimentamos, son las situaciones que nos llevan a mirar hacia el interior para encontrar la paz y las soluciones de lo que nos aqueja. En este camino de la experiencia humana, de los aprendizajes, de la búsqueda de respuestas, de transitar el sendero de vuelta a casa, al hogar que está en nuestro interior, surge como clave para todo ello el alma gemela.